
¿Dónde está tu compromiso?
¿Está puesto en hacer que las cosas pasen o en explicar por qué no pasan?
Cuando nos enfocamos en dar explicaciones, nos encontramos comprometidos con encontrar excusas que justifiquen el no logro de nuestras metas. Contamos historias acerca de por qué no sucedió lo que esperábamos, nos quejamos de las circunstancias, buscamos culpables o responsables, en fin, desviamos el foco.
En cambio, cuando nos encontramos comprometidos con que las cosas pasen, podemos ver con mayor claridad el mundo de posibilidades que se abre frente a nosotros y empezamos a accionar: tomamos decisiones que nos lleven al lugar adonde queremos llegar. Por ejemplo, hacemos pedidos, somos coherentes entre lo que decimos y hacemos, hacemos declaraciones, hacemos promesas y las cumplimos. Todo nuestro ser se mueve para lograr lo que nos propusimos, para generar la acción que se alinee con la meta.
Ahora contame vos, ¿hacés que las cosas pasen o solo te quedás dando explicaciones de por qué no pasaron? Dejame tu comentario.