Según Henry Thoreau, “lo que una persona piensa de sí misma es lo que determina o indica su destino”.

La autoestima, según Nathaniel Branden, es la evaluación que efectúa y generalmente mantiene el individuo con respecto a sí mismo. Expresa una actitud de aprobación o desaprobación e indica en qué medida el individuo se cree capaz, importante, digno y con éxito. Tiene que ver con sentirnos poseedores de una confianza muy profunda, que va más allá de cuánto sabemos, cuánto poseemos o cuánto hemos logrado.

La autoestima está relacionada con la propia valoración que se tiene de uno mismo, con la posibilidad de aceptarse y de respetarse. Es la aptitud de afirmar las capacidades y las habilidades, y de entender las limitaciones.
 
 
Ejemplo: el no aceptarse a sí mismo, el no valorarse, el no amarse y no respetarse, el vivir criticándose da origen a varios de los conflictos en los seres humanos: dificultades en el trabajo, no poder concretar relaciones afectivas saludables, enfermedades, etc.
 
La autoestima impacta en todos los órdenes de nuestra vida. Determina la persona que elegimos como pareja, la carrera que estudiamos, el trabajo que conseguimos, los amigos que frecuentamos y los proyectos que emprendemos. 
 
Cuando miramos hacia nuestro interior, todos tenemos una imagen particular de nosotros mismos. La autoestima es, precisamente, como nos sentimos con respecto a esa imagen.
 
La actitud es la forma como respondemos o reaccionamos ante una situación. No tenemos que dejar que las cosas nos controlen, sino saber que podemos siempre tener el control de lo que pasa en nuestras vidas si aplicamos los recursos y herramientas necesarias para afrontarlos.
 
Siempre podemos pedir ayuda a alguien que sabe más o que haya atravesado la misma situación. De toda experiencia conflictiva, aunque al principio no lo parezca, podemos beneficiarnos para crecer y ser más fuertes. Muchas veces es nuestra actitud la que nos conduce una y otra vez a los mismos problemas.
 
 
La voluntad de superación ante cualquier conflicto es la base primordial para poder lograrlo. Cuando tomamos la decisión de cambiar, de que las cosas sean distintas, asumimos nuestro poder. Cuando vamos al origen de lo que nos pasa y aplicamos las herramientas adecuadas para solucionarlo, el cambio es inevitable. La posibilidad de una mejor relación con nosotros mismos y con nuestro entorno siempre es posible.
 
Nuestra autoestima comienza el día en que decidimos aceptarnos tal cual somos, cuando elegimos ser nosotros mismos con el propósito de tomar nuestra vida en nuestras manos. Construir nuestra autoestima es abarcar y aceptar todos nuestros aspectos: nuestras capacidades y habilidades y nuestras limitaciones.
 
Virginia Satir, la gran pionera estadounidense de la terapia familiar, escribió un texto que pasó a ser emblemático y que se conoce como Mi declaración de autoestima. 
 
MI DECLARACION DE AUTOESTIMA
Yo soy yo.
En todo el mundo no existe nadie exactamente igual a mí.
Hay personas que tienen aspectos míos,
pero nadie es exactamente como yo.
Por consiguiente, todo lo que sale de mi es auténticamente mío
porque yo sola lo elegí.
Todo lo mío me pertenece: mi cuerpo, todo lo que hace;
mi mente, con todos sus pensamientos e ideas;
mis ojos, incluyendo todas las imágenes que perciben;
mis sentimientos, cualesquiera que sean: ira, alegría,
frustración, amor, decepción, emoción;
mi boca, y todas las palabras que de ella salen, refinadas, dulces, o cortantes,
correctas o incorrectas; mi voz, fuerte o suave,
y todas mis acciones, sean para otros o para mí.
Soy dueño de mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis temores.
Son míos mis triunfos y mis éxitos, todos mis fracasos y errores.
Puedo descartar lo inapropiado,
conservar lo bueno e inventar algo nuevo que supla lo descartado.
Puedo ver, oír, sentir, decir, y hacer.
Tengo los medios para sobrevivir,
para acercarme a los demás, para ser productivo
y para lograr darle sentido y orden al mundo de personas y cosas que me rodean.
Me pertenezco y, por lo tanto, puedo construirme.

                                                                                    Virginia Satir, 1975.
 
·         Yo soy yo. En todo el mundo no hay nadie exactamente igual a mí. Somos seres únicos, irrepetibles, por lo tanto, nunca habrá nadie igual a mí, cuando puedo entender esto, dejo de compararme con los demás, dejo de querer ser otra, y empiezo la verdadera aventura de descubrir quién soy yo.
·         Como soy dueña de mi persona, puedo conocerme íntimamente. Al hacerlo, puedo amarme y querer todas mis partes. Entonces puedo hacer que todo en mí trabaje para mi bien. Esta frase revela la importancia de hacernos responsables de nuestra vida y de conocernos en profundidad, es una invitación a conocer nuestros talentos, nuestras capacidades y nuestras debilidades y limitaciones también.
·         A la hora de un examen de conciencia, respecto de lo que he dicho y hecho, de lo que he pensado y sentido, algunas cosas resultarán inadecuadas. Pero puedo descartar lo inapropiado, conservar lo bueno e inventar algo nuevo que supla lo descartado. La idea de poder desaprender lo que no nos sirve para aprender alguna actitud nueva que nos ayude a crecer, que nos enriquezca, es fabulosa.
·         Sé que hay aspectos míos que me confunden y otros aspectos que no conozco. Pero si soy cariñosa y buena conmigo, puedo buscar con valentía y esperanza soluciones a los enigmas y formas de saber más acerca de mí. El secreto para poder llevar a cabo el cambio que necesitamos para construir nuestra autoestima es tratarnos a nosotros mismos con cariño.
 
En síntesis, para construir nuestra autoestima, según Virginia Satir, debemos:
 
          Adueñarnos de nuestra vida, sentirnos responsables
          Saber que somos seres únicos e irrepetibles, dejar de compararnos
          Reconocer nuestros talentos y usarlos
          Identificar nuestras áreas de mejora
          Observarnos, conservar lo bueno y descartar lo inapropiado
          Inventar algo nuevo que supla lo descartado
 
          Tratarnos con cariño, siempre.
 
Tratarnos con cariño, siempre…
 

Deja una respuesta